Después de que Raúl les hubiera
asignado, Ainhoa estaba sentado en una mesa verde
al lado de un chico que iba con ella a 2º de ESO. Según había oído se llamaba
Hugo. Él tenía 15 años, era alto con un cabello moreno revuelto, sus ojos eran de un negro azabache muy bonito
que a Ainhoa le llamaban mucho la atención. Pero lo que Ainhoa pensaba que lo
que más destacaba de él, eran sus manos. Eran grandes y fuertes tanto que
podrían sujetar el mundo de Ainhoa. Según suponía Ainhoa, él jugaba a balonmano.
Ahora estaban en clase de Literatura.
La profesora se estaba presentando. Claro era el primer día. Según había oído se
llamaba Estela pero ya no se había enterado de nada más porque había estado
toda la clase mirando disimuladamente a Hugo. Intentó entablar una conversación
con él por eso se giro para mirarlo pero él también se giro. Ella aparto la mirada rápidamente.
Sentía que su corazón se aceleraba mucho. ¿Era eso un flechazo? Notaba como le
faltaba el aire, el tiempo se pausaba, sus mejillas se enrojecían, sentía algo
pero no sabía bien que era,...
“Ainhoa, intenta hablar algo con él.
Saca tu simpatía natural. Intenta conquistarlo. Seguro que es tu alma gemela.”
Inspiró suavemente y se giró hacia él otra
vez.
-Hola-dijo ella con una sonrisa.
Él se giró al oír la suave vez de al
lado. Hugo vio a una chica con un aura especial parecía tener brillo propio.
-Hola-dijo él.
-¡Qué rollo! Otra vez en el instituto ¿Te
gusta venir aquí?-preguntó Ainhoa. “¡Qué pregunta más estúpida! ¿A quién le
gusta venir aquí después del verano?”
-No mucho pero si conozco chicas como
tú la verdad que estaría aquí todos los días a todas horas-dijo sonriendo.
La sonrisa de Hugo tenía brillo propio.
Parecía un sol gigante haciendo su aparición después de una gran tormenta.
Ainhoa se sonrojo pero se recompuso y contestó:
-Gracias tú también eres guapo-dijo en
un susurro y sin mirar a Hugo. Ainhoa quería que la tierra se la comiera. ¿Había
dicho ella eso? ¡Qué vergüenza! Notó que Hugo sonreía pero no se giro se intentó
centrar en la clase de Literatura. Misión imposible. La conversación que había
tenido con Hugo estuvo muy presente en sus pensamientos.
¿Sería aquel su primer flechazo? ¿Saldrían
juntos? ¿Sería su alma gemela? ¿O un rollo igual que los de Silvia? La cabeza
de Ainhoa bullía pero intentó no pensar en él.
Lo que no sabía Ainhoa era que tendría
más preguntas pero no solo sobre Hugo.
Voy seguir escribiendo aqui
ResponderEliminarhttp://almasprohibidas-bluestories.blogspot.com/
ola, esta bastante bien!! te sigo!! http://tobeornottobeesanoeslacuestion.blogspot.com.es/
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